Erosión laminar

La erosión laminar es la erosión uniforme de un sustrato a lo largo de un área amplia.[1]​ Este proceso que es común en gran parte del planeta tiene relevancia especial en; llanuras costeras, laderas de colinas, llanuras de inundación, playas,[2]​ llanuras de sabana[3]​ y llanuras semiáridas.[4]​ La escorrentía que se mueve de manera bastante uniforme con un espesor parejo sobre una superficie es tubulenta[5]​ y es la causa de la erosión laminar. La erosión laminar implica que cualquier flujo de agua que provoque la erosión no se canaliza.[2]​ Si la superficie de una ladera contiene muchas irregularidades, la erosión laminar puede dar paso a la erosión a lo largo de pequeños canales llamados surcos, que luego pueden converger formando cárcavas.[2][6]​ Sin embargo, la erosión laminar puede ocurrir a pesar de algunas irregularidades limitadas en el flujo laminar que surgen de terrones de tierra, fragmentos de roca o vegetación.[2]

La erosión laminar se produce en dos pasos. Primero, las salpicaduras de lluvia desalojan pequeñas partículas del sustrato y luego las partículas son arrastradas, generalmente a distancias cortas, por una capa delgada y uniforme de agua (flujo laminar).[6]​ El transporte por el flujo laminar suele realizarse en distancias pequeñas, lo que significa que la erosión laminar es un proceso de baja magnitud.[6][7]​ Sin embargo, la frecuencia con la que esto ocurre a lo largo del tiempo puede ser alta, compensando el pequeño cambio observado en cada episodio individual de erosión laminar.[7]​ Una inundación laminar se puede distinguir de un flujo laminar ordinario por su magnitud mucho mayor y su frecuencia mucho menor.[7]​ Varios científicos han asociado las inundaciones laminares con una serie de causas, entre ellas lluvias de alta intensidad, relieve bajo, falta de vegetación, baja permeabilidad del sustrato, fuerte contraste climático entre estaciones, forma de las pendientes y cambio climático. Las inundaciones laminares suelen ser turbulentas, mientras que el flujo laminar puede ser laminar o turbulento.[7]

La erosión laminar es común en campos recientemente arados y en terrenos desnudos donde el sustrato, típicamente suelo, no está consolidado.[6]​ La pérdida resultante de material por erosión laminar puede provocar la destrucción de valiosas capas superiores del suelo.[6]​ La hierba dura, como el vetiver, dificulta el desarrollo de la escorrentía.[8]​ La erosión laminar causada por una sola tormenta puede ser responsable de la pérdida de hasta cien toneladas de pequeñas partículas en un acre.[6]​ Históricamente algunos autores estadounidenses le han attribuido a la erosión laminar producto de inundaciones una capacidad exagerada de formar glacis (pedimentos) y superficies planas en rocas como esquisto y granito.[9]

Se ha argumentado que a finales de la Era Neoproterozoica, la erosión laminar era un proceso de erosión dominante debido a la falta de plantas en la tierra.[10]​ Como tal, la erosión laminar puede haber contribuido a dar forma a importantes accidentes geográficos como la Penillanura subcámbrica que cubre gran parte del Escudo Báltico.[10]

Véase también

Referencias

  1. «Definition of Sheet Erosion». Merriam-Webster. Consultado el 23 de mayo de 2018. 
  2. a b c d Govers, Gerard (2004). «Sheet erosion, sheet flow, sheet wash». En Goudie, A.S., ed. Encyclopedia of Geomorphology. Routledge. pp. 947-949. 
  3. Cotton, C.A. (1961). «The Theory of Savanna Planation». Geography 46 (2): 89-101. JSTOR 40565228. 
  4. Bromley, J.; Brouwer, J.; Barker, A.P.; Gaze, S.R.; Valentine, C. (1997). «The role of surface water redistribution in an area of patterned vegetation in a semi-arid environment, south-west Niger». Journal of Hydrology 198 (1–4): 1-29. Bibcode:1997JHyd..198....1B. doi:10.1016/S0022-1694(96)03322-7. 
  5. Twidale, C.R. (2003). «‘‘Canons’’ revisited and reviewed: Lester King’s views of landscape evolution considered 50 years later». GSA Bulletin (en inglés) 115 (10): 1155-1172. 
  6. a b c d e f «Sheet erosion – Britannica Online Encyclopedia». Britannica.com. Consultado el 26 September 2018. 
  7. a b c d Hogg, Susan E. (1982). «Sheetflood, sheet wash, sheet flow, or ... ?». Earth-Science Reviews 18 (1): 59-76. Bibcode:1982ESRv...18...59H. doi:10.1016/0012-8252(82)90003-4. 
  8. Pitty, A.F. (1971). Introduction to Geomorphology. London: Methuen. p. 526. (requiere registro). 
  9. Twidale, Charles Rowland (2014). «Pediments and platforms: problems and solutions». Géomorphologie (en inglés) 20 (1): 43-56. doi:10.4000/geomorphologie.10480. 
  10. a b Lidmar-Bergström, Karna (1993). «Denudation surfaces and tectonics in the southernmost part of the Baltic Shield». Precambrian Research 64 (1–4): 337-345. Bibcode:1993PreR...64..337L. doi:10.1016/0301-9268(93)90086-H.