Deus absconditus

Deus absconditus (expresión latina que significa ‘Dios escondido’, del verbo abscondere ‘esconder’) es un concepto de la teología cristiana del Antiguo Testamento. Designa a Dios como incognoscible por la razón humana.

Presentación

Los embajadores (detalle), de Holbein, 1533.

La expresión proviene de la Vulgata, a saber, un versículo del Libro de Isaías: Vere tu es Deus absconditus Deus Israel, salvator, ‘Verdaderamente tú eres un Dios que se esconde, ¡Dios de Israel, salvador!’ (Is, 45:15): —אָכֵן, אַתָּה אֵל מִסְתַּתֵּר--אֱלֹהֵי יִשְׂרָאֵל, מוֹשִׁיעַ.

El tema de Deus absconditus se refiere a la impotencia de la razón humana para aprehender a Dios. Este enfoque considera que la sabiduría de Dios es inmensurable, su voluntad es insondable y que existe una diferencia infinita entre Dios y sus criaturas: Dios es el ganz Anderes (el ‘Otro, totalmente’) como se define en Lo Santo de Rudolf Otto (1917).[1]

Varios teólogos y filósofos, entre ellos Nicolás de Cusa, Lutero, Calvino y Pascal,[2]​ se han ocupado de esta imposibilidad en relación con la trascendencia divina.

Situado en el centro de la teología apofática, este concepto ocupa un lugar importante en la teología dialéctica, especialmente en Karl Barth, a quien se opone en este punto Erich Przywara.

Es la antítesis del Deus revelatus, el ‘Dios revelado’ descrito por Lutero en De servo arbitrio.

Lutero y la gracia

El tema de Deus absconditus está vinculado al del libre albedrío y a la hermenéutica de la relación entre fe y razón.

Lutero explicó la noción de Deus absconditus en su obra De servo arbitrio (1525),[3]​ pero ya lo había mencionado en sus primeros comentarios a los Salmos y en su curso sobre la Epístola a los Romanos de 1516. El De servo arbitrio desarrolla la idea de que nos es imposible conocer el rostro oculto de Dios, el Deus absconditus, que resume con esta fórmula: «Quæ supra nos nihil ad nos» (‘Lo que está encima de nosotros no nos concierne’).[4]​ Sólo la revelación en Cristo nos ilumina sobre la naturaleza de Dios y su voluntad.[4]

Luther défend la doctrine de la prédestination, qui amène le chrétien à s'humilier devant Dieu, à ne pas se fier à ses propres mérites et à s'en remettre entièrement à la grâce divine.

Lutero defiende la doctrina de la predestinación, que lleva al cristiano a humillarse ante Dios, a no confiar en sus propios méritos y a confiar enteramente en la gracia divina.

Pascal: el Dios que se esconde

Para Pascal, el Deus absconditus es menos un «Dios escondido» que un «Dios que se esconde» por la ceguera de los hombres, por el pecado original, y del que sólo Cristo puede librarlos.[5]​ Además, uniéndose a la enseñanza de los jansenistas, Pascal rechaza la capacidad de la razón para penetrar los misterios de la fe, del mismo modo que desconfía de las «pruebas metafísicas» de la existencia de Dios.[5]​ En este sentido, el Deus absconditus es necesario para la fe: «Si Dios se revelara continuamente a los hombres, no habría ningún mérito en creerle; y si nunca se descubriera, habría poca fe».[5]

El pensamiento de Pascal es, para Xavier Tilliette, «de un solo movimiento una apologética original, una crítica del conocimiento y una meditación o un misticismo».[6]​ En este sentido, el misterio eucarístico representa a los ojos de Pascal «a la vez una apoteosis del Dios escondido y la piedra de toque de la verdad católica».[6]​ Su carta de octubre de 1656 a Charlotte de Roannez llega incluso a evocar «ese extraño secreto, en el cual Dios se ha escondido, impenetrable a la vista de los hombres».[6]​ Este Dios, continúa Pascal, «ha permanecido oculto, bajo el velo de la naturaleza que nos lo cubre, hasta la Encarnación; y cuando ha sido necesario que apareciera, se ha ocultado aún más cubriéndose de humanidad».[6]​ Este secreto tan «extraño», tan «oscuro», según Pascal, no es otro que el sacramento de la Eucaristía, es decir, la «maná escondida» del Apocalipsis,[7]​ pero también el Vere tu es Deus absconditus[8] del Libro de Isaías.[6]

Pascal sitúa, por lo tanto, la Eucaristía, observa Xavier Tilliette, «en el corazón de la oscuridad en la que Dios mismo ha querido sumergirse para ser buscado con mayor ardor».[6]​ Como «pieza de la apologética pascaliana», la Eucaristía «mantiene su carácter de prueba de fe»,[9]​ en particular cuando Pascal escribe: «Así como Jesucristo permaneció desconocido entre los hombres, así su verdad permanece entre las opiniones comunes, sin diferencia en el exterior. Así también la Eucaristía entre el pan común».[9]

El Cristo anónimo

Varios teólogos cristianos ven en otras religiones «simientes» evangélicas o incluso la presencia de un «Cristo anónimo».[10]

Representación artística

En la esquina superior izquierda del cuadro de Holbein Los embajadores, aparece un crucifijo semioculto por una cortina verde, en alusión al Deus absconditus.[11]​ Esta imagen corresponde a la visión sugerida por la Epístola a los Romanos, del apóstol Pablo, a quien admiraba Georges de Selve, el embajador representado por Holbein.[11]

Véase también

Referencias

  1. Rudolf Otto, Das Heilige. Über das Irrationale in der Idee des Göttlichen und sein Verhältnis zum Rationalen, 1917.
  2. Jean Mesnard, Pascal devant Dieu, Paris, Desclée de Brouwer, 1965, p. 68 sq.
  3. Martin Luther Du serf arbitre, suivi de Diatribe d'Érasme sur le libre arbitre, Gallimard, 2001 ISBN 2070414698.
  4. a b Nicola Stricker, « La dogmatique à l'école du scepticisme », Études théologiques et religieuses, 2008/3 (tome 83), p. 333-350.
  5. a b c « Dieu caché, Deus absconditus », sur penseesdepascal.fr.
  6. a b c d e f Xavier Tilliette, Philosophies eucharistiques, de Descartes à Blondel, Paris, Le Cerf, 2006 ISBN 2-204-08079-9, chap. II : « Pascal : le Dieu le plus caché », p. 27-30.
  7. «Que celui qui a des oreilles entende ce que l’Esprit dit aux Églises : À celui qui vaincra je donnerai de la manne cachée, et je lui donnerai un caillou blanc ; et sur ce caillou est écrit un nom nouveau, que personne ne connaît, si ce n’est celui qui le reçoit.» (El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al vencedor le daré de comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino el que lo recibe), Apocalipsis 2:17, trad. Louis Segond, 1910.
  8. Mais tu es un Dieu qui te caches, Dieu d’Israël, sauveur ! (Verdaderamente eres tú un Dios que se esconde, ¡Dios de Israel, salvador!), Isaías 45:15, trad. Louis Segond, 1910.
  9. a b Xavier Tilliette, Philosophies eucharistiques, de Descartes à Blondel, Paris, Le Cerf, 2006 ISBN 2-204-08079-9, chap. II : « Pascal : le Dieu le plus caché », p. 31-32.
  10. André Gounelle, « Théologies des religions non chrétiennes », Autres Temps, 1990, n°27, p. 6-17.
  11. a b Bätschmann, Oskar; Griener, Pascal (1997). Hans Holbein. París: Gallimard. p. 188. 

Bibliografía

  • Lucien Goldmann, Le Dieu caché: Étude sur la vision tragique dans les Pensées de Pascal et dans le théâtre de Racine, París, Gallimard, 1955
  • Kurt K. Hendel, "No salvation outside the church" in light of Luther's dialectic of the hidden and revealed God, Currents in Theology and Mission, août 2008, 35/4, p. 248–258
  • Volker Leppin, Deus absconditus und Deus revelatus. Transformationen mittelalterlicher Theologie in der Gotteslehre von „De servo arbitrio“, en Berliner Theologische Zeitschrift 22 (2005), S. 55–69 ISSN 0724-6137
  • Claus Schwambach, Rechtfertigungsgeschehen und Befreiungsprozess. Die Eschatologien von Martin Luther und Leonardo Boff im kritischen Gespräch, Vandenhoeck & Ruprecht, Göttingen 1996 ISBN 3-525-56239-X
  • Xavier Tilliette, Philosophies eucharistiques, de Descartes à Blondel, Paris, Le Cerf, 2006 ISBN 2-204-08079-9, chap. II: «Pascal: le Dieu le plus caché», p. 27-32

Enlaces externos

  • Nicolás de Cusa, Dialogus de Deo abscondito Archivado el 8 de noviembre de 2016 en Wayback Machine., en latín y en italiano.
  • «Karl Barth's conception of God», crítica de la teología de Karl Barth por Martin Luther King,
  • Nicola Stricker, «La dogmatique à l'école du scepticisme», Études théologiques et religieuses, 2008/3 (volumen 83), p. 333-350.
  • David Whitford, «Martin Luther: Deus absconditus», Internet Encyclopedia of Philosophy.
  • Denis Müller, « Dieu caché, Dieu révélé, un défi pour notre temps », Revue d'histoire et de philosophie religieuses, 1984/64-4, p. 345-364
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