Única mirando al mar

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación acreditada. Busca fuentes: «Única mirando al mar» – noticias · libros · académico · imágenes Este aviso fue puesto el 27 de agosto de 2019.

Única mirando al mar es el título de la primera novela del escritor costarricense Fernando Contreras Castro, publicada por primera vez en 1993, convirtiéndose prontamente en un éxito de ventas, y en una lectura recomendada por el Ministerio de Educación Pública de Costa Rica para su estudio y análisis en la educación secundaria, y hasta la fecha.

El autor comienza con esta obra a explorar la miseria en la cara oculta de Costa Rica, internándose en el botadero de basura de Río Azul, situado en el oeste de la provincia de Cartago.

Editada primero por ABC editores, luego por Editorial Norma, y actualmente en Editorial Legado S.A. Como una especie de referencia cruzada, Única observa de lejos a Jerónimo Peor, protagonista del libro Los peor (del mismo autor), y comenta a su esposo: "Ese es Jerónimo Peor, es un hombre santo".

La novela comienza con Mondolfo Moya Garro(Momboñombo Moñagallo), un hombre de edad madura deprimido por sus circunstancias adversas, que decide terminar con su sufrimiento lanzándose al camión de la basura, el cual va a dar al botadero de Río Azul.

Allí, Única Oconitrillo, una maestra la cual la despidieron lo rescata y le permite vivir en su casa, la cual es un asentamiento informal de entre los cientos que existen allí, en un lugar donde las condiciones para la vida son precarias.

Allí, internado en elvaras, y adaptando el estilo de vida de aquel lugar, Momboñombo crea vínculos sociales fuertes con Única, su hijo adoptivo El Bacán, y otros de los "buzos" que se ganan la vida consumiendo o vendiendo los desperdicios capitalinos que llegan a parar allá.

El posible cierre del botadero de Río Azul, es el que marca el punto inicial hacia el clímax de la novela.^[1]​

Aunque "Única mirando al mar" no es una novela estrictamente de ecología, si está plasmada en ella una fuerte denuncia al mal manejo de la basura en América Latina. Desde la perspectiva de su autor, Fernando Contreras Castro, la basura realmente no es un problema puesto que la basura no existe; todos nuestros desechos son o reutilizables o biodegradables.

La novela busca dar dignidad al ser humano al que la sociedad se la ha quitado. Pone sentimientos de superación, de amor y de alegría en personas que habitan en un basurero, y por lo tanto son tratadas como basura. Los fuertes lazos que surgen entre los buzos son ejemplo de que el término familia no siempre tiene que ver con consanguinidad.^[2]​

Mondolfo Moya Garro: Llamado también Momboñombo Moñagallo, es un hombre de edad madura, guardia de seguridad de buena parte de su vida, y despedido de su trabajo por denunciar el mal manejo de documentos históricos en la Biblioteca. Producto de esto, entra en depresión, e imposibilitado para encontrar un nuevo trabajo, decide lanzarse al basurero. Despierta en el botadero de Río Azul rescatado por Única. Allí, su estilo de vida cambia, y aunque le es difícil el proceso de adaptación, junto con Única y el Bacán consigue nuevos propósitos para vivir. Lidera el movimiento en contra del cierre de Río Azul.

Única Oconitrillo: Maestra pensionada que aprendió a vivir de lo que el basurero le proveyera. Es capaz de encontrarle siempre el lado positivo a cualquier cosa, tiene una colección de perfumes mezclados en una botella, siembra rosas, y en general, trata de emular todo lo que en la "vida normal" se puede dar. Por ejemplo, tiene una antena parabólica situada en el techo de su casa, pero no tiene televisión ni electricidad. Representa la parte más espiritual en el basurero. Adopta a El Bacán cuando es un niño, y luego recibe a Mondolfo cuando estuvo a punto de morir.

El Bacán: Hombre de unos 20 años que cree tener seis. Fue adoptado por Única desde pequeño, viviendo ya en el basurero, y lo crio como hijo desde entonces. Los gases tóxicos del basurero han dejado huella en su salud, especialmente en sus pulmones.

El Cabro mas Macabro:Era una época oscura y turbulenta en el pequeño pueblo de San Lorenzo, donde el eco de las balas y el estruendo de las explosiones se habían convertido en la sinfonía diaria de sus habitantes. En medio de esta guerra sin fin, vivía un joven llamado Santiago Vieto. Santiago había crecido en este lugar, donde la esperanza parecía un lujo inalcanzable y la paz un recuerdo lejano.

Santiago, de tan solo 18 años, había perdido a su padre y a sus dos hermanos menores en un ataque sorpresa al pueblo. Ellos eran todo lo que tenía, pero la guerra se los había arrebatado sin piedad. Quedó solo con su madre, La doradita, una mujer que, a pesar del dolor y la miseria, intentaba mantener la dignidad y cuidar de su hijo. Pero la guerra no dejaba espacio para la compasión, y pronto, las circunstancias la empujaron a tomar decisiones desesperadas.

Sin trabajo, sin comida y sin esperanza, la doradita se vio obligada a vender su cuerpo para sobrevivir y para mantener a Santiago con vida. En las calles del pueblo, todos la conocían como "La Doradita", un apodo que reflejaba la dureza de su situación y la forma en que se aferraba a cualquier oportunidad para ganar algo de dinero. Cada noche, Marta dejaba atrás su dignidad, mientras Santiago, en silencio, la odiaba y la amaba por lo que hacía por él.

Santiago, sintiéndose impotente, decidió unirse a la resistencia local. Quería luchar, no solo contra los invasores, sino también contra el destino cruel que había destruido su familia. Entrenó duro, se convirtió en un soldado hábil y valiente, y pronto fue conocido por su destreza en combate. Pero en su corazón, llevaba una profunda herida que nunca sanaría: el sacrificio de su madre.

Un día, durante una misión para liberar a su pueblo de una ocupación enemiga, Santiago y su unidad fueron emboscados. La batalla fue feroz, y muchos de sus compañeros cayeron. Santiago luchó con todo su ser, pero finalmente fue capturado. Los soldados enemigos lo llevaron de regreso al pueblo, donde lo sometieron a torturas inhumanas para obtener información sobre la resistencia.

La doradita, al enterarse de la captura de su hijo, sintió que su mundo se derrumbaba una vez más. En un acto desesperado, decidió enfrentarse a los captores de Santiago. Utilizó su apodo, "El cabro más Macabro", para acceder al cuartel general enemigo, donde ofreció todo lo que tenía a cambio de la liberación de su hijo. Los soldados, crueles y sin piedad, aceptaron su oferta, pero no cumplió su palabra.

Santiago, debilitado y a punto de rendirse, escuchó los gritos de su madre desde la celda en la que estaba confinado. Marta fue brutalmente asesinada delante de él, un espectáculo macabro que se aseguraron de que viera. El dolor y la ira que sintió en ese momento lo llenaron de una fuerza inesperada. Con un último esfuerzo, logró liberarse y, en un frenesí de venganza, eliminó a los soldados que habían destruido su vida.

Con el cuerpo de su madre la doradita en sus brazos, Santiago juró que no descansaría hasta liberar a su pueblo y vengar a su familia. La guerra había tomado todo de él, pero también lo había transformado en un símbolo de resistencia y esperanza para los demás. En los días que siguieron, Santiago lideró un levantamiento que finalmente expulsó a los invasores de San Lorenzo.

Aunque el pueblo fue liberado, el precio que Santiago pagó fue inmenso. La guerra le había quitado a su familia y había forzado a su madre a una vida de sufrimiento inimaginable. Pero su historia, la de Santiago Vieto y La Doradita, se convirtió en una leyenda que inspiró a generaciones futuras a luchar por la libertad y la justicia, recordando siempre el sacrificio y el amor incondicional que una madre puede tener por su hijo.

Nadia la vaca: vivía en un pueblo en el monte y se dedicaba a comer todo el día y no hacia ejercicio. llegó a cierto punto en el cual su cuerpo no soportaba las cantidades de grasa y detono. Su esposo Daniel su esposo , se puso muy triste y la beso en la boca y seguidamente la llevó al hospital. Ocuparon 2 camillas para salvarla y finalmente volvió a la vida. Finalmente Nadia la vaca cansada de estar gorda se tira a un camión de basura y es recogida por un buzo en el basurero.

Oso Carmuco: Viejo buzo habitante del basurero, quien contó con la suerte de encontrarse una sotana de sacerdote Católico dentro de los desperdicios. Desde entonces se convirtió en el cura no oficial del botadero, oficiando misas y hasta matrimonios. Sin mayor conocimiento teológico, lo único que tiene es un libro de rezos, y los disparates que pueda decir de su propia inspiración. A pesar de aparentar ser un sacerdote, el voto de castidad es siempre irrespetado con La Llorona.

La llorona: Esta mujer perdió a su hijo en el basurero, y desde entonces lo busca y lo llora.

Los novios: Una pareja de recién casados, que aceptando su incapacidad de pagar deudas, se interna voluntariamente al basurero.

Don Retana: Un viejo ex marino, que cree que lo ha visto todo. Ayuda a Única con su rancho y con los preparativos de la boda.

Don Concepción: Era un hombre que provenía de la zona bananera y lo despidieron por ser viejo, a veces necesita ayuda hasta para levantarse solo.

Otros personajes son José María Caldagueres, los guardas y otros buzos.

La canción de la banda de rock progresivo costarricense [[Airliners]]: She's the One, está inspirada en parte de los hechos del libro, principalmente desde la perspectiva de Única, con algunos hechos ficticios, como que ella busca un amor en medio de un mar de basura. Además también otra canción que guarda relación con la obra literaria, es la canción Sola del grupo rock costarricense [[Kadeho]], en algunos hechos que narra, que recuerdan la obra.

• Análisis de la primera edición de Única mirando al mar
• El autor habla sobre la nueva versión de su novela
• Trasfondo del autor y la nueva publicación (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última)..
• Reseña editorial de "Única mirando al mar" (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).
• Video promocional "Única mirando al mar"